La modalidad híbrida de trabajo -que combina virtualidad y presencialidad- llegó
para quedarse. La oficina ha perdido parte de su centralidad natural y, con ello, han
cambiado las dinámicas laborales que conocíamos. Para enfrentar este desafío es
necesario el desarrollo de competencias específicas por parte de los líderes para
que puedan gestionar sus equipos de trabajo, que ya no se encuentran en un mismo
lugar.
Una vez que la nueva cultura de trabajo híbrida está en la agenda, los líderes deben
focalizar su labor en los siguientes puntos clave:
Reinventar el espacio de trabajo
Debe determinarse qué tareas podrán realizarse de modo virtual y cuáles en la
oficina. Dependerá del tipo de funciones, de sus exigencias colaborativas, de las
necesidades de la empresa y de los clientes. Es necesario gestionar la
incertidumbre y tener la capacidad para adaptarse a lo que funciona y modificar lo
que no.
Liderar con equidad y empatía
Es importante que el trabajador remoto no se sienta marginado respecto al de la
oficina. Además, se deben entender sus necesidades, sean de tipo emocional, de
recursos o de formación, para poder facilitar su experiencia de trabajo.
Establecer criterios claros
Deben especificarse metas y responsabilidades para alcanzar objetivos comunes y
evitar malentendidos. Es de gran ayuda, por ejemplo, generar hábitos de trabajo,
utilizar medios digitales y redes sociales para estar en contacto, establecer plazos y
fechas que encaucen a todo el equipo en un mismo camino.
Comunicarse digitalmente
Es fundamental aprovechar la tecnología disponible, combinando herramientas
sincrónicas y asincrónicas con el fin adecuado: mientras las primeras aportan
inmediatez y mayor información al líder, las segundas no interrumpen al

colaborador. Debe distinguirse en qué ocasiones se hará una reunión presencial, en
cuáles se hablará por mail o WhatsApp, etc.

Sustituir control por compromiso
El líder busca impulsar la productividad de su equipo, ahora a la distancia. Debe
mostrarse disponible, sin interrumpir ni controlar, sino confiando y estableciendo
objetivos: no importa tanto cómo y cuándo los lleve a cabo el trabajador, sino que
efectivamente sean alcanzados en tiempo y forma.
Dar feedback preciso, oportuno y frecuente
Es una de las herramientas más valiosas para un líder que trabaja en el desarrollo y
la confianza de su equipo de trabajo híbrido.
Dirigir reuniones productivas
El trabajo presencial ha sido sinónimo de interrupciones y reuniones improductivas.
Es importante conseguir reunirse lo justo y necesario, ya sea de forma virtual o
presencial, con el fin de optimizar el tiempo.
Fomentar el espíritu de equipo
El líder debe buscar la manera de crear sentido de comunidad y generar
oportunidades de comunicación informal que reemplacen la hora del almuerzo o la
máquina de café.

En Cecilia Solano Consultores sabemos que cuidar al cliente interno es tan
importante como ocuparse del externo. Aggiornarse a un entorno híbrido de trabajo
puede ser complicado si no se cuenta con líderes idóneos y capacitados. Por eso,
brindamos consultoría para tu empresa para que juntos detectemos sus
necesidades en el escenario actual.

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